NORIAS DE AGUA (5ª PARTE)

NORIAS DE NUESTRO ENTORNO MÁS CERCANO (III)

Continuamos nuestro recorrido por las norias de nuestro entorno. Seguimos el curso del Arroyo del Pontón y nos detenemos hoy en el Portalejo.

Portalejo: Situado en el Término de Badolatosa. En este lugar no había noria pero nos detenemos por ser un lugar de extraordinaria belleza y con mucha historia. En el margen izquierdo del río había una ribera de huertas. El agua para su riego provenía del Arroyo Del Pontón. Esta ribera de huertas se dividía en dos, dado que la salida del agua del citado arroyo, partía dichas huertas. El agua era retenida en una especie de alberca rústica. De dicha alberca se distribuía hacia los dos lados.

En la parte derecha vivía la familia Morales Pineda y sus seis hijos. Uno de ellos era conocido con el apodo de "El Peinao" debido a lo bien "peinao" que iba siempre. Esta familia eran los propietarios de la zona del Portalejo, por herencía de su mujer. La familia se marchó vendiendo las tierras,  incluida la casa, unos años antes de que estallara la guerra Civil. La casa disponía de cuadras para el ganado, sobre todo caballos. El abuelo tenía verdadera pasión por estos bellos animales. Así nos lo ha manifestado su nieta Dolores Rodas Morales. len la que vivían unas tres familias, de unos catorce habitantes. Esta pequeña ribera se regaba con el agua que provenía del Arroyo del Pontón. Estaban situadas a la izquierda y a la derecha del Arroyo.


Foto Adrián Ruiz: Al fondo se aprecia la salida del agua del arroyo del pontón y a los lados las dos riberas de huertas.
Continuamos hasta llegar al desaparecido Molino Harinero de “Don Ambrosio”. Estuvo durante siglos funcionando y dejó su actividad tras la construcción del Embalse de Malpasillo. 
En el año 1751 hay referencias escritas sobre su existencia,  por parte del Marquesado de Estepa.
En este lugar hay un pequeño edificio, llamado  “El Palomar”.  Éste servía de dormitorio del guarda de la cantera de piedra y de su polvorín. A pocos metros, en linea recta hacía el río, se pueden apreciar parte de los muros de la vivienda del molinero. Los últimos que vivieron fueron unas cuatro personas. Esta vivienda era muy frecuentada por ciertos personajes. Según cuentan era un lugar de reunión y punto de encuentro donde se comentaban temas de actualidad en aquellos tiempos difíciles. 


Fotos Adrián Ruiz: Izquierda-El Palomar. Derecha: Casa del Molinero
 
Foto Adrián Ruiz: El Palomar, vivienda del Molinero y el Molino Harinero. Al otro lado del río Isla Víbora

El molino estaba por debajo de la vivienda, cercano al río. Su construcción consistía en una presa de piedras y estacas, formando un solo cuerpo con el edificio del molino, que se encontraba ubicado en la margen izquierda y estaba construido con piedras y barro. La maquinaria estaba formada por dos pares de piedras accionadas por un juego de engranajes cónicos, poleas y correa sin fin. Cuando venía poca agua usaban un borrico para accionar la maquinaria. De esta manera el molino estaba siempre dispuesto para el servicio.
Durante siglos han sido muchos sus molineros. El último de ellos fue “Pepe el de la Ceña” y sus dos hermanos.

Esta familia recibió un dinero por la perdida ocasionada. La cantidad de dinero recibida fue buena porque ellos pagaban unos impuestos especiales en función de las ganancias, que les reportaba. Este Molino Harinero está bajo las aguas.  

En su margen izquierdo, por debajo de la casa, había una ribera de huertas  donde vivían tres familias de unos quince miembros. Su abastecimiento provenía del molino o de la presa citada anteriormente, regando también   el pequeño huerto del molinero. 

Foto Adrián Ruiz: Huertas por debajo de la casa.


Seguimos más abajo y pasamos por donde se estrecha el río entre dos grandes rocas. Una de ellas abastecía de piedras la construcción de la presa. A pocos metros, en su margen derecho, Término de Jauja había una noria. Este lugar es Isla Mata, al igual que las actuales Huertas Nuevas y los olivos que las rodean. Esta noria abastecía a unas cinco familias con unas treinta personas y también a las que quedaron por debajo del embalse, unas doce familias, de unos setenta habitantes. 

Con la construcción del Embalse de Malpasillo, entre el año 1947-1951 todas las  huertas que había por encima de la presa quedaron sumergidas. Su noria y sus muros están bajo sus aguas. 

Foto Adrián Ruiz: Embalse de Malpasillo y a la derecha parte de Isla Mata

La huerta de Isla Mata, que estaba más próxima a donde tenían que empezar a construir los cimientos, en la parte de arriba. Término de Jauja, para evitar problemas y se marcharan, recibió unas 120.000 ptas. Una suma de dinero considerable, por aquellos años. Las demás huertas pidieron la misma cantidad. Sin embargo, la compañía responsable no los equiparó a todos por igual y recibieron diferentes cantidades de dinero. Estas familias recibieron entre 15.000 y 7.000 ptas, en proporción a la tierra que tenían.  En estas circunstancias, una familia llegó a resistirse a abandonar su hogar al considerar que estaba siendo tratada injustamente. Tanto aguantaron que tuvieron que salir por la parte de atrás de la casa ya que por delante el agua impedía su salida. Sólo la fuerza del agua logró que esta familia abandonara su hogar con lo puesto. 

A las Huertas que quedaron por debajo de la presa cuando terminó su construcción, las familias que allí vivían, por haberse librado de la inundación que sufrieron las otras huertas, las llamaron Las Huertas Nuevas. Desde la construcción del mencionado embalse, estas huertas tienen una concesión de agua vitalicia y, además, desde entonces, disponen de luz eléctrica.

Foto Adrián Ruiz: Presa de Malpasillo y a su izquierda, Las Huertas Nuevas.

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